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¿Quiénes eran las maravillosas?

6. ¿Quienes eran las maravillosas. Collage de Susana Loureda. @collage errante
Collage de Susana Loureda   @collage_errante

¿Quiénes eran realmente estas mujeres que, a finales del siglo XVIII, marcaron el estilo más rupturista de toda la historia de la moda, convirtiéndose en auténticas musas?

Empecemos por Madame Recamier, uno de los personajes más notables durante la etapa napoleónica de París. Poseedora de una gran  belleza y con verdadera pasión por la literatura, Juliette Recamier no sólo fue una abanderada de la moda del Directorio, sino que además fue la organizadora de uno de los salones literarios más destacados de la época a dónde acudían todas las personalidades del momento, que quedaban entusiasmadas con la espiritualidad y sencillez de esta dama.

De ella se comentaba que no era simplemente bella sino que tenía un estilo propio definido como  elegante dentro de la sencillez, lo que propició que se convirtiera en un “icono de moda” hasta el punto de aparecer en la revista “Journal des dames et des Modes” en 1802 como si se tratase de una supermodelo actual.

Desde su juventud hasta el final de su vida, siempre se mantuvo fiel  al  mismo estilo sin preocuparse por las modas. Podía haber ido “de compras” a las tiendas de lujo, pero prefirió confiar su vestuario a su costurera que año tras año respetó sus recomendaciones creando  una imagen atemporal, por la cual se destacaría de sus rivales; un ligero vestido blanco de exquisito tejido, asociado a un peinado calificado por sus contemporáneos como “raro” y  como único complemento, perlas que ella pondrá de moda. Por supuesto, nunca abandonaba el uso del Chal de Cachemira  que se había convertido en su emblema.

Otra “maravillosa” fue la española Teresa Cabarrús. Conocida como Madame Tallien fue famosa por sus excentricidades, como asistir al palacio de las Tullerías con seis anillos de zafiro en los pies, ocho en las  manos, dos brazaletes de oro en los tobillos y ocho en los brazos, o aparecer en la Ópera de París con un vestido de seda fina sin mangas y sin ninguna ropa interior.

Habiendo sido encarcelada por Robespierre, conoce en prisión a otra “divina”; Josefina de Beauharnais, futura esposa de Napoleón. En tales circunstancias, ambas aristócratas se hacen íntimas amigas y a punto de ser ejecutadas pierden sus hermosas cabelleras. Pero lejos de convertirlo en un drama, como buenas  “fashionistas” que eran, hacen del pelo corto una auténtica moda.

¿Y qué decir de Josefina Bonaparte? Ella fue una gran “influencer” de la época. Convertida  en emperatriz de Francia y con la colaboración de LeRoy, el modisto de la corte napoleónica, popularizó vestidos de ricos tejidos acompañados de cuellos y mangas con formas variadas, a los que ella añadía su exquisito toque personal: curiosos sombreros, adornos de flores de tela, joyas, perlas y collares largos, tendencias que fueron copiadas por las aristócratas de toda Europa.

Cabello corto, vestidos sencillos, adornos de flores, abundancia de joyas ¿Es que acaso fue Josefina Bonaparte una inspiración para Coco Chanel, cien años después  al poner de moda su icónico vestido negro, sus camelias y su abundante joyería de fantasía? No lo sabemos…  Lo que está claro es que Coco Chanel bien pudiera ser considerada  igualmente una “maravillosa” del siglo XX.

Pero la sombra de Rose Bertín y María Antonieta es alargada… Si hubo unas auténticas revolucionarias de la moda fueron ellas; las primeras que sorprendieron a la sociedad de la época, allá por el año 1783, con un sencillo vestido blanco llamado “Chemise á la reine”. ¿Lo máximo y lo mínimo? Rose Bertín.

Las demás, sólo siguieron su estela…

Retratos las maravillosas

Retratos de Madame Récamier (1802) Madame Tallien (1806) y Josefina Bonaparte (1805)